Atraco fustrado

Univ. de Cantabria 68
Univ. de León 87
Univ. de Cantabria: Zubieta (11), Cue (12), Crespo (2), De Diego (2), Barrio (23) -cinco incial- Álvarez (2), Bielsa (5), Cobo (10) y González.
Univ. de León: María (15), Vicky (8), Nuri (12), Isa (20), Nadia (4) -cinco inicial- Silvia, Laura, Nuria (11), Raquel (10), Elena (2) y Natalia (5).
Árbitros: Alonso y Rojo
Pabellón Universitario de Cantabria: 100 espectadores

No solemos hablar de los árbitros en nuestras crónicas, salvo en contadas ocasiones con un lacónico comentario. Justificar una derrota por la labor arbitral es buscar excusas a un trabajo realizado a medias generalmente.

Pero lo vivido en Santander este fin de semana, si merece un comentario, a pesar de que las leonesas dominaran siempre el marcador, incluso con solvencia, sobre todo en la segunda mitad. Las mejores jugadoras del equipo local en esa primera parte fueron precisamente los árbitros:

• En el minuto 2 de juego ya habían pitado 5 faltas al equipo de Juanjo Moro, por ninguna a las locales. Listón muy alto y criterio muy dispar en cada zona, ya que mientras consentían contactos y golpes a las cántabras, cualquier roce de las leonesas era sancionado con falta personal.
• De los 31 puntos con los que las locales se fueron al descanso, 20 fueron logrados desde la línea de 4,60, con tan sólo 5 canastas de juego.
• Las locales tiraron en el primer cuarto casi tantos tiros libres (14) como las leonesas en todo el partido (17)

Mal, muy mal, la labor en esos dos cuartos iniciales de los trencillas cántabros que igualaron algo los criterios en los restantes, cuando las leonesas, a pesar del protagonismo manifiesto del dúo arbitral, empezaban a disponer de rentas sobre la veintena de puntos, aunque siempre con un deje casero, aunque no tan sumamente descarado como en la primera parte.

Partido incierto en la primera parte, donde la pareja arbitral consiguió, con su esperpéntica actuación, descentrar a las jugadoras de la Universidad de León, que veían como tenían proteger a muchas de jugadoras por faltas ya desde el primer cuarto, y donde a pesar del sainete colegial, conseguían dominar el marcador, yéndose al descanso con una ventaja de 11 puntos sobre las cántabras.

En la segunda mitad, un inicio fulgurante de las visitantes ponía la tranquilidad en el banquillo leonés, al ver como por fin despegaban en el marcador con ventajas superiores a los veinte puntos, y como empezaban a realizar el buen juego con el que nos tienen acostumbrados este año, aislándose de las decisiones arbitrales, con un muy buen porcentaje de acierto desde la línea de 6,25.

Con el colchón de una amplía ventaja, encararon el último cuarto, donde las locales, que estrenaban técnico en esta jornada, no quisieron perder la cara al partido, y aprovechando una mala racha leonesa cara a la canasta, consiguieron reducir la ventaja a tan sólo nueve puntos. Pese a ello, las chicas de la ULE, supieron recomponerse rápidamente, y otra vez desde más allá de la línea de triple, recuperaban la ventaja para afrontar con tranquilidad los últimos minutos ante un colista que presentaba en su alineación hasta seis jugadoras júnior.

Destacar el perfecto porcentaje de tiros libres de las universitarias (17/17) y el acierto a canasta tanto de María Peña como de Raquel García, que convirtieron en canasta todo lo que lanzaron, en un partido donde la actuación de ésta última, habría que calificar como de sobresaliente.